He aquí pues, el Libro de la Sabiduría, he aquí pues, el
libro que revela todos los secretos del mundo, he aquí pues, el libro De la
Verdad, he aquí pues el libro que tienen todas pero todas las repuestas a
¡todas las preguntas del universo!
He aquí, pues, la obra de todos los sabios, los magos, los
videntes, los parapsicólogos, los tarotistas, los adivinos, las cartas también
hablan en este libro.
He aquí, pues, el Libro de la Sabiduría, “Oráculo 666”
rescatado de la Cueva de las Calaveras por el Ciudadano Ilustre (mención
otorgada esta mañana por el Alcalde de la ciudad de San Felipe y Santiago de
Montevideo) Simón Bubuá.
Es sorprendente que en tiempos en los que todos son una
manga de ¡interesados! encontrar un hombre humilde. ¡Realmente Simón Bubuá no
es de este planeta!
El Ciudadano Ilustre Simón Bubuá ha donado el Oráculo 666 a
la Biblioteca Nacional, para que todos y todas los ciudadanos y ciudadanas
ilustres e ilustras, no ilustres y no ilustras tengan a disposición tan magna
obra y puedan sacarse todas y cada una de las dudas existenciales que los
acongojan.
Además, el Oráculo 666 ha sido declarado Patrimonio de
Interés Nacional, por lo tanto también será ¡la Biblia! a partir de este
instante y para siempre del Presidente de la República. ¡Así se lo hizo firmar
Monseñor Cagno a la bestia pard/ digo al señor Presidente!
Apenas dos minutos después de que El Pueblo fuera puesto en
conocimiento de tan trascendental decisión, comenzó el éxodo, no al Ayuí, sino
a las inmediaciones del Palacio Legislativo.
Carpas y más carpas, carpas canadienses, carpas
estructurales, carpas iglú, ranchos de lata, se congregaron los tres millones
de habitantes de la República, nadie faltó a la cita, claro que sí faltan de
esos tres millones la cincuentena o la centena de los ilustrísimos caballeros
que se encuentran en el Senado, en la Casa de Gobierno, en los Ministerios.
El Pueblo ahora SI aguarda respuestas. Puesto que el Oráculo
666 tiene todas las respuestas a todas las preguntas del universo.
El Pueblo quiere saber.
Anna Donner Rybak ©2012