El templo de los Hermanos Adoradores estaba repleto; no cabía un solo alfiler. No era para menos, la cita era con el Gran Maestro, un Doctor de renombre.
-Hermanos; de pie- dijo el Gran Maestro, y treinta mil cabezas subieron al unísono. – Antes que nada el Señor los recompensará por la nobleza de vuestra causa, y cuando entren en las puertas del Paraíso se les concederá la gracia de elegir a cada uno de vosotros siete hembras.
-A sus pies Gran Maestro- replicó al unísono la multitud haciendo una reverencia.
Al pie del altar, una enorme mesa de forma rectangular, vestida con un mantel de seda negra, albergaba un sinfín de fuentes, que contenían unas galletas marmoladas.
-No os inquietéis, se llaman Ostias Impunes, y en esta ceremonia trascendental, tomaréis vuestra Segunda Comunión y el Padre Nino os dará la Ostia uno por uno.
-A sus pies Gran Maestro- repitió al unísono la multitud haciendo una nueva reverencia.
Fue entonces, que en fila india al cabo de una semana fueron desfilando cada uno de los Hermanos Adoradores, y recibieron en boca por parte del Padre Nino en persona la Ostia Impune.
El diseño del Chip Impune había demorado once años, durante los cuales prestigiosos Doctores de renombre se abocaron a su diseño, y cada Ostia Impune tenía uno dentro.
El Algoritmo del Chip Impune se activaba al percibir el logotipo de una flor con una pequeña leyenda, secuestraba de inmediato al portador del logotipo, ya sea en una escarapela o en una camiseta y lo llevaba a un Batallón denominado “300 Julio”.
En el Batallón 300 Julio, a cada portador se le aplicaba el Tratamiento Adorador, al portador se lo hacía sentar en una silla metálica con tenazas automáticas, cuyo mecanismo se activaba dejándolo inmovilizado.
En el techo había un Laser Adorador, que paginaba la memoria del portador. Luego se hacía un escaneado de cada página, y se las dividía en porciones de 300 Julio-bytes. Cada porción era sometida al Procedimiento Adorador Cerear, y posteriormente se sustituía la variable Buscar por la variable Esconder.
Luego, el portador era liberado de las tenazas, y se lo trasladaba a una sala de siesta, con camas con respaldo de seda negra, y sábanas a tono, y colchón de agua.
Allí se le daba la Gragea Adoratriz, que estaba compuesta por fracciones iguales de triazolam, bromacepam, alprazolam, clorodiacepóxido, loracepam y diacepam, para que el Procedimiento Completo Adorador se asentara.
La Función Trascendental del Procedimiento Completo Adorador era borrar la memoria de los muertos de la memoria de los vivos.
Luego que permanecía veinticuatro horas, el portador era devuelto al sitio de donde había sido secuestrado.
-Además- agregó el Gran Maestro - si cada uno de vosotros trae algún familiar o amigo, o vecino para tomar la Próxima Segunda Comunión, que se llevará a cabo dentro de dos semanas, recibirá, además de la recompensa de las hembras, un Chery Rely Modelo Dakar, un automóvil de calidad que va más allá de los estándares comunes, y podrán participar en las travesías más exigentes poniendo a prueba la resistencia de su motor, llevando a cada una de las siete de paseo por los confines del Paraíso y hacer lo que os venga en gana con ellas.
-¿Todo? – preguntó uno de los hermanos.
-Todo, no en vano el Movimiento aboga a valores honorables de libertad absoluta… ¡absoluta!- respondió el Gran Maestro.
Cuando todos los Hermanos Adoradores hubieron salido del Templo el Gran Maestro se sirvió un vaso de whisky sin hielo.
-¡Ya nadie se va poner esa maldita camiseta y nadie va ser familiar, carajo!- brindó en medio de los vahos provenientes de los recintos de Lucifer.
Anna Donner Rybak © 2011
-Hermanos; de pie- dijo el Gran Maestro, y treinta mil cabezas subieron al unísono. – Antes que nada el Señor los recompensará por la nobleza de vuestra causa, y cuando entren en las puertas del Paraíso se les concederá la gracia de elegir a cada uno de vosotros siete hembras.
-A sus pies Gran Maestro- replicó al unísono la multitud haciendo una reverencia.
Al pie del altar, una enorme mesa de forma rectangular, vestida con un mantel de seda negra, albergaba un sinfín de fuentes, que contenían unas galletas marmoladas.
-No os inquietéis, se llaman Ostias Impunes, y en esta ceremonia trascendental, tomaréis vuestra Segunda Comunión y el Padre Nino os dará la Ostia uno por uno.
-A sus pies Gran Maestro- repitió al unísono la multitud haciendo una nueva reverencia.
Fue entonces, que en fila india al cabo de una semana fueron desfilando cada uno de los Hermanos Adoradores, y recibieron en boca por parte del Padre Nino en persona la Ostia Impune.
El diseño del Chip Impune había demorado once años, durante los cuales prestigiosos Doctores de renombre se abocaron a su diseño, y cada Ostia Impune tenía uno dentro.
El Algoritmo del Chip Impune se activaba al percibir el logotipo de una flor con una pequeña leyenda, secuestraba de inmediato al portador del logotipo, ya sea en una escarapela o en una camiseta y lo llevaba a un Batallón denominado “300 Julio”.
En el Batallón 300 Julio, a cada portador se le aplicaba el Tratamiento Adorador, al portador se lo hacía sentar en una silla metálica con tenazas automáticas, cuyo mecanismo se activaba dejándolo inmovilizado.
En el techo había un Laser Adorador, que paginaba la memoria del portador. Luego se hacía un escaneado de cada página, y se las dividía en porciones de 300 Julio-bytes. Cada porción era sometida al Procedimiento Adorador Cerear, y posteriormente se sustituía la variable Buscar por la variable Esconder.
Luego, el portador era liberado de las tenazas, y se lo trasladaba a una sala de siesta, con camas con respaldo de seda negra, y sábanas a tono, y colchón de agua.
Allí se le daba la Gragea Adoratriz, que estaba compuesta por fracciones iguales de triazolam, bromacepam, alprazolam, clorodiacepóxido, loracepam y diacepam, para que el Procedimiento Completo Adorador se asentara.
La Función Trascendental del Procedimiento Completo Adorador era borrar la memoria de los muertos de la memoria de los vivos.
Luego que permanecía veinticuatro horas, el portador era devuelto al sitio de donde había sido secuestrado.
-Además- agregó el Gran Maestro - si cada uno de vosotros trae algún familiar o amigo, o vecino para tomar la Próxima Segunda Comunión, que se llevará a cabo dentro de dos semanas, recibirá, además de la recompensa de las hembras, un Chery Rely Modelo Dakar, un automóvil de calidad que va más allá de los estándares comunes, y podrán participar en las travesías más exigentes poniendo a prueba la resistencia de su motor, llevando a cada una de las siete de paseo por los confines del Paraíso y hacer lo que os venga en gana con ellas.
-¿Todo? – preguntó uno de los hermanos.
-Todo, no en vano el Movimiento aboga a valores honorables de libertad absoluta… ¡absoluta!- respondió el Gran Maestro.
Cuando todos los Hermanos Adoradores hubieron salido del Templo el Gran Maestro se sirvió un vaso de whisky sin hielo.
-¡Ya nadie se va poner esa maldita camiseta y nadie va ser familiar, carajo!- brindó en medio de los vahos provenientes de los recintos de Lucifer.
Anna Donner Rybak © 2011