EL: Creado II.


ESPIRITU CREADOR

Vuela el creador, sinusoidalmente, es esos instantes perfectos. La dimensión artística es fluir, dejase volar, dejarse llevar, por los caminos de nuestra caprichosa imaginación, y es cuando el creador está en su burbuja. Hace rato que su cuerpo ha quedado en tierra, ha dejado programado en piloto automático cada diez minutos, un movimiento vertical, (asintiendo), de la cabeza; acompañado de un "Claro", o "¡Qué horror/belleza!" con un "Ifthenelse" dependiendo de lo positivo de la oración se le dice. Así, no podríamos aseverar que es un alma separada del cuerpo, pero, al fin y al cabo, la Creación es un Mundo Paralelo, que sólo algunos ven (son los elegidos que portan lentes especiales para captar la dimensión); el resto, ve todo plano.

Es entonces que se separa el no digamos alma pero sí espíritu creador; se desprende del cuerpo, que allá en tierra queda, inclusive en una de esas aburridas reuniones que van desde el té de la tarde de "Chicas", en donde existe un conocimiento apriori de la temática a tratar: Predecible, Vacía, Vana, y recurrente. La ropa de los nenes, los remedios de los nenes (y no es que a una no le importen los nenes ni los remedios de los nenes), bien que ya los tuvo, e hizo todos los deberes; simplemente, que habiendo tantos temas interesantes de conversación, es perder el valioso tiempo de vida hablando de aburridas cuestiones predecibles; que no son sorpresa, no son .. es entonces que el espíritu aburrido, se vuela, y allá los deja con sus rutinas.

Es un espíritu mágico. Me aburro en un evento, y me vuelo, y es real, y es entonces que mientras mi cabeza cada treinta segundos asiente o disiente, yo estoy creando, inventando, imaginando escenarios que van desde el amor, también hay días que es el turno de las lágrimas, y otros el del embeleso, ya sabemos que podemos hacernos un EL, a imagen y semejanza, y nadie puede impedir imaginarlo o una o infinitas veces. Este es un tesoro sagrado, en el imaginario, por más que quieran, no podrán penetrar jamás, sólo quien/es yo elija. Los demás, jamás accederán a mundos mágicos y por esto es que perduran, porque todo lo que empieza a ser invadido, presionado, forzado, por otros, que quizá ni comprenden; se arruina. Pero el Espíritu Creador está a Salvo, y siempre lo estará.

La creación es libertad, gozo infinito, y la CERTEZA de que nadie podrá penetrar en el mundo paralelo, y por lo tanto se conserva siempre ensoñado, tal como hemos decidido crearlo, concebirlo y disfrutarlo.

Creamos universos nuestros, definidos por nuestras pasiones, donde no se entromete nada, y es entonces que jamás interrumpe la inoportuna para decirte que "La cortina está manchada", o "que el nene tiene un foquito de fleja", cosas que cuando suceden, todo el proceso creativo se va al diablo, porque justamente las mejores creaciones son las que jamás son interrumpidas por banalidades, y es entonces que el espíritu vuela muy alto, sin bajar ante ninguna interrupción.

La Imaginación ha salvado a los presos políticos y torturados, estoy convencida, ella los ha salvado, ¿cómo sobrevivirían sino? Porque les habrán robado todo, habrán matado a su gente, pero la Imaginación es imposible de robar.

Creando quizá objetos con cascaritas de naranja de las sobras, o con restos de palitos, creando luego un código estilo morse, para burlar a los analfabetos carceleros, que no accedían a comprender que a pesar de las catacumbas, las picanas, y las torturas, y todos los esfuerzos que los villanos asesinos habían hecho, no podían impedir la comunicación creativa.

La creación salva. Al creador, en primera instancia, y también al destinatario de la misma, que logra involucrarse en ese mundo paralelo, y es entonces que sucede.

Muchas veces me dije que quizá los milicos odiaban a los artistas, porque había un sector impenetrable, que por más picana, submarino, jamás podrían acceder, por más que gritaran furiosas las bestias ¡Nombres! jamás obtendrían resultados.

Estos universos ideales, son los que nos dan la fuerza y energía para vivir todos los días en la hastiante cotidianeidad, somos alimentados por energía creadora, y por la imaginación, y es que nos salvamos.

Claro que nos salvamos si podemos lograrlo todo: Viajar en el tiempo, volver a la clase del secundario, donde uno soñaba despierto, volver a recrear esos instantes sagrados, de la adolescencia, cuando mirábamos el cielo desde la azotea de la casa de una amiga y yo recuerdo: "Tengo una vida por vivir, soy feliz". Pasó tanto tiempo y a la vez aquello ocurrió ayer, y nuevamente el espíritu adolescente, resurge, y la nostalgia nos hace viajar a donde nuestros sueños estaban intactos, a momentos donde no conocíamos la decepción, ni la hastiante rutina.
Es ella, quien me otrogra el poder de imaginarlo. Me embeleso una y mil veces por un EL idealizado, que he construido, es inexplicable,EL, no existe, y a la vez está tan presente, lo pienso, y fluye la energía, y entonces despierto cada mañana ante la sorpresa de un día vírgen donde me ocurrirán cosas que no son las rutinarias, porque yo el universo (el mío) así lo armé, con días de sorpresas, no de rutinas, con días de ensueño, pensándolo. Lo pienso y a la vez lo he definido, pero también he dejado una parte de sorpresa, si lo defino del todo, ya él no me embelesará, porque no habrá sorpresa.
En el espíritu creador, habita el secreto para vivir instantes perfectos, sabemos que la felicidad no es un estado perenne, lo más cercano a ella son Instantes Felices, o si se lo prefiere; Momentos Perfectos.

Como ese, en que EL me mira, y lo miro, y... (prefiero que sea una sorpresa).

Anna Donner Rybak ©2011.
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