La noche del círculo polar.



Montevideo, 5 de noviembre de 2010

I.
Marco Bruto

¿2010?, 2010, dos mil diez.

-¡Sí! ¿Por qué me mira con esa cara?
-Ayer era el dos mil ocho.
-¿Qué tontería está diciendo? Ud. toma demasiados estupefacientes. ¡Ustedes no tienen verdaderos problemas! Si tuviera los pies sobre la tierra, no tendría tiempo para absurdas abstracciones ¡Salga de su nube encantada y ya el calendario se le va aclarar! Si Ud. tuviera que trabajar en serio no tendría lugar para … ¿depresión me dijo que tiene? ¡Mucho tiempo libre es lo que Ud. tiene! ¡Ud. está LOCA!
-¿Quién le dijo a Ud. que yo no trabajo?
-No me venga con tonterías, ustedes son el cáncer del Estado, y nosotros les pagamos para que hagan la plancha todo el día. ¡Le regalan el sueldo y se da el lujo de “no saber” en qué día vive! ¡Ud. es una farsante!

II.
Freud Robótico

-Ayer era el dos mil ocho.
Cuando me acosté, digo, era, no recuerdo mucho, ¿el 2008?
-¿Y qué pasó en esta larga noche?
-No recuerdo mucho, algunas pinceladas de luces con miles de sombras. Fueron tantas cosas fuertes, Ud. sabe, energía cinética, fuerza centrípeta, creo que algún integrado sucumbió.
-Permítame, vamos a abrir. Aguarde. Sí, se quemaron unos veinte.

-Descríbame esta noche polar.
-Yo era más o menos feliz, Ud. sabe. Tenía una familia. Tenía dos hijas. Me gustaba el arte. Ahora recuerdo. Ellos se aburrían, no me iban a ver cantar, no leían mis cuentos, ni mis columnas. Consideraban La Creación un absurdo. Entonces, fue en la búsqueda de mis pares.
-¿Los encontró?
-Sí, pero sus tenazas eran muy opresoras, y un día advertí que si no huía, se destruirían todos mis circuitos. Cuando giré la cabeza, no tenía hijas. Colapsé. Entonces me fui de viaje al interior de un libro. Pasé muy bien. Me deslizaba por el tobogán de las manuscritas, e inventaba líneas nuevas. Fue una hermosa creación. Pero cuando el libro quedó listo, me salí.
Cuando salí estaba mi compañero y fuimos muy felices. Pero se trataba de una quimera. Ya no tenía más familia y mi compañero reencarnó en otro hombre. ¿Sabe? Un témpano de hielo.
-¿No sería robot y Ud. no se dio cuenta?
- Puede ser, no recuerdo.
- Se nos acabó el tiempo, seguimos la próxima.


Anna Donner Rybak ©2010
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